Siempre es un placer estar con buenos compañeros, pero la primera sesión del club de lectura de este año ha superado todas las expectativas.
 
Con el corazón partido entre las dos sedes; en la propia biblioteca y desde sus casas, los miembros del club, que pudieron acceder, mostraron una gran generosidad de conocimientos. 
 
1793 fue el libro objeto de debate, tras una excelente presentación por parte de la profesora Julia Carrasco, se dio entrada al resto de los asistentes, los cuales sugirieron ideas tan interesantes como; Si el hombre nace lobo o es la sociedad quien lo pervierte, o si el acceso al poder  siempre se realiza de forma violenta.

El libro está ambientado en el  Estocolmo  de finales del sg XVIII, en medio de los vapores de la borrachera, un excombatiente de la guerra entre Suecia y Rusia, encuentra un cadáver mutilado, lo que da pie a una investigación junto a Winge, un Sherlock Holmes ilustrado y enfermizo. Ambos recorren la sórdida ciudad en busca del asesino, mostrándonos un Estocolmo  sucio y miserable en donde no hay cabida para la alegría y la esperanza.

Primera parte de una trilogía, la novela deja un regusto como el vino blanco, nadie que se acerque a ella puede evitar arrugar la nariz recorriendo sus páginas, en las que se articula la maldad, el horror y una absoluta falta de empatía, pero que, no obstante, atrae como la polilla a la luz.

No se ha decidido todavía el próximo libro, dependerá de la disponibilidad de los autores para venir, pero os adelanto los títulos, aunque no  sabemos el orden: de Sara Barquinero; Estaré sola y sin fiesta, y de Luis Zueco; El cirujano de almas.

Agradeciendo de nuevo la colaboración de todos, esta, nunca suficientemente ponderada bibliotecaria, se despide.

Un abrazo