Buenos días insignes miembros del club de lectura del Grande Covián, el pasado martes tuvimos la suerte de contar con Luis Zueco en nuestra biblioteca y a través de meet, Rafael mediante, autor, entre otros, de libros como El Mercader de libros y El cirujano de almas.

Nacido en Borja en 1979, es Ingeniero industrial y Licenciado en Historia. En la actualidad regenta el Castillo de Grisel y el Palacio de Bulbuente, convertidos en hoteles, aunque la mayoría de su tiempo lo dedica a escribir. Por el momento ha publicado nueve novelas, pero nos confesó que tenía tres en la trastienda, esperando el momento oportuno para publicarlas.

Se le ha calificado como el Ken Follet español, no obstante él se ve más como el autor de El perfume; Patrick Suskind, por el gusto a la intriga y el misterio, no exento de cierta morbosidad aunque sin llegar a la extrema crueldad de Niklas Natt Och Dag (autor que nos leímos para la anterior sesión)

Autor ecléctico, le gusta organizar la estructura del libro por capas, y El cirujano de almas es un buen ejemplo de ello. En él nos podemos encontrar varias novelas reunidas en una: la primera serviría como armazón general, se trataría de una novela histórica ambientada en los siglos XVIII y XIX, (nos confesó que estos no son siglos que gusten a los editores). Luego suele añadir un poco de intriga, representada por el padre del protagonista, lo sazona con temas costumbristas y elige un tono que llegue al lector común, así da a luz un gran éxito como lo está siendo este libro.

Con una gran humildad nos reveló que es un artesano de las letras, que escribe para que lo lean y que vive de ello. Nos habló de cómo es en la actualidad el mundo editorial, de las promociones, de las ganancias y de las exigencias de las editoriales, (a él no lo presionan mucho pero desearía sacar una novela por año y siempre en la misma fecha).

Algunos miembros del club le reprocharon que no desarrollara más ciertos personajes, como por ejemplo Doña Josefa Amar de Borbón, a lo que Luis contestó que dejaba que sus personajes crecieran solos en la novela. Por otro lado añadió que le gustaba recuperar personajes históricos olvidados y Doña Josefa es uno de ellos que, por la importancia que tuvo en su época, da como para hacer una novela entera de su persona.

Ante la pregunta de por qué ese título, respondió que el tema de la medicina siempre le había atraído, sobre todo, en ese momento en el cual, ésta todavía tenía un futuro consolador y no tan aterrador como en la actualidad con las clonaciones y la sanidad privada. Fue interesante descubrir las diferencias que había en la época entre los cirujanos y los médicos y sus rencillas, y cómo él se sentía en la obligación de reivindicar el papel de estos primeros cuya labor estaba tan denostada en la época hasta el punto de ser equiparados a los barberos.

La sesión terminó con una refrescante cervecita en el Sg XXI con los miembros del club y con la promesa de volvernos a juntar en futuro breve.

UN FUERTE ABRAZO De esta, nunca suficientemente ponderada, bibliotecaria.